Ghandi era un ferviente partidario de la resistencia pacífica.
En 1918 abandero su primera gran causa en India, las masivas protestas pacíficas de los campesinos de las regiones de Champaran y Jeda, obligados a cultivar Índigo para elaborar tinte y venderlo a bajo precio.
Entre marzo y abril de 1930, decenas de discípulos, periodistas y el propio Gandhi recorrieron más de 300 kilómetros hasta el océano Índico reclamando su derecho a producir sal. Entonces era un producto de vital importancia en la India para la conservación de los alimentos. Y hasta ese momento cualquier indio podía obtenerla recogiendo agua del mar y dejándola evaporar. Sin embargo, los británicos se habían adueñado de la producción y habían establecido un impuesto sobre su consumo.